La Filípica de los Lunes: Timofónica

Las empresas privadas están para ganar dinero. No seré yo quien lo discuta. Cuando utilizas sus servicios no sólo estas pagando los gastos que se generan sino también el margen de beneficio que legítimamente pueda corresponderles. Ahora bien, yo me pregunto ¿Qué gasto le supone a Telefónica que en la pantallita del aparato aparezca el número de la persona que está llamando? ¿Los ordenadores tienen que efectuar un complejísimo cálculo logarítmico? ¿O tal vez hay una cuadrilla de trabajadores escribiendo manualmente los dígitos en algún teclado para que se muestren en el teléfono del destinatario? Me imagino que el gasto que se origina a la operadora cuando muestra el numerito debe de ser tremendo ya que, con todo el dolor de su corazón, a partir de Julio van a cobrar 0,50 céntimos por ese servicio a unos 2 millones de clientes; es decir, se van a embolsar cada mes la limosna de 1 millón de euros (más de 166 millones de pesetas).

Confieso mi ignorancia en esta materia, pero de verdad dudo mucho que mostrar el número llamante ocasione algún gasto. Pero claro, hay que castigar a esos miserables consumidores que para ahorrarse dos duros y con la excusa de que no lo necesitan, no tienen contratado ningún paquete de servicios (ADSL, Imagenio, tarifas planas...). Pues nada, a pagar por rácanos.

Otros que también van a colaborar en engrosar la cuenta de beneficios de la multinacional monopolística son quienes llaman esporádicamente al extranjero ya que, también a partir de Julio, las llamadas internacionales suben un poquito. Pero que no se alarme nadie que tampoco es para tanto... Total por un 26% de incremento no se va a arruinar nadie, ¿no?

No quisiera despedirme esta semana sin compartir antes una reflexión: ¿Por qué cuanto más caro cobran los servicios, peor calidad ofrecen? Un ejemplo: Antes había un servicio GRATUITO (sí de verdad) de información telefónica: el 003 ¿Os acordais? Llamabas, preguntabas por el número de tal persona o comercio y en unos instantes la operadora u operador te facilitaban el número que pedías (no voy a decir que amablemente porque tampoco es cuestión de exagerar...), e incluso si lo deseabas en la misma llamada le podías preguntar por algún número más.

Ahora, sin embargo, llamas al mismo servicio que empieza por 118 y, no sólo te cuesta una pasta, sino que sólo puedes pedir un número por cada llamada, además te atiende una persona que aprendió el español con las películas de Walt Disney y que por tanto no se entera del nombre que le pides (pacientemente se lo tienes que deletrear), tarda una eternidad en encontrarlo (si es que lo encuentra), y para colmo en muchas ocasiones cuando por fin lo consigues resulta que "el número marcado no corresponde con ningún abonado. Gracias".

Moisés Chacón